TEXTOS SALTO
SALTO es el título del trabajo fotográfico que presenta la artista Ana María Rueda, imágenes de gran formato registradas bajo el mar, manipuladas en su color para imprimirles una sensación pictórica, a su vez ha dividido la imagen en cuadrículas con la intención de realizar una sensación de recorrido, una cartografía que permite al observador detenerse en cada territorio, que en este caso son mundos silenciosos remotos, solitarios, en donde la vida se muestra con otra intensidad. Para la artista lo más importante de su trabajo es el proceso mismo, considera que la fotografía es un instante atrapado, impregnado de la subjetividad de la mirada de quien toma la imagen.
Así, esta obra se desarrolla en un período donde la artista descubre mucho sobre si misma, y en el que se develan intereses latentes. SALTO es el resultado de un viaje de la artista no sólo físico sino interior y capturado por imágenes fotográficas que permiten entrever un deseo de guardar en la memoria instantes de esos viajes donde se encuentra el Aleph del que nos habla Borges, ese punto que contiene millones de puntos y que nos hace comprender que el universo es un pequeño microorganismo y que un microorganismo es un universo.
Este trabajó partió de un sueño de la artista, visión que duró unos minutos pero que le condujo en la realidad a hacer un viaje y sumergirse en el mar, para así tomar la decisión de atravesar ese mundo que ha transitado Orfeo. La artista entró en contacto directo con el agua al entrar en el mar, de allí nacieron esas imágenes evocadoras de nacimiento, movimiento, de toma de decisiones, de creatividad, el mar abierto con figuras en posiciones fetales o dando saltos con la confianza de descender al agua o de tomar impulso para salir.
estas imágenes son construcciones que devienen del inconsciente y que se determinan por los arquetipos empleados por la artista en casi todas sus obras, en este caso es el agua, como estados psicológicos, como los viajes nocturnos por el mar de Carl Jung definidos por él como “un viaje a la luna o un descenso hacia el espacio vacío”. A partir de asociaciones entre los elementos que se encuentran en cada imagen, no muy evidentes en una primera instancia, se generan reflexiones en torno la introspección, la inocencia, la soledad, y el transito.
Estas fotografías son viajes contundentes, viajes en otros espacios, viajes que recorren la vida y en los que sólo basta cerrar los ojos, de nuevo refiriéndome a Borges para auscultar lo inmensurable del ser humano.
María Elvira Ardila
Curadora Museo de Arte Moderno de Bogotá